Pocas cosas ponen tan nervioso a un físico como una «coincidencia». Les saca de sus casillas el no poder explicar algo, el tener que aceptar que las cosas sean porque sí.
Hoy vamos a hablar de un problema que lleva por nombre:
El problema de la coincidencia
¡Qué coincidencia! (otra vez)
Aquí vamos a plantear el problema, las soluciones propuestas las iremos exponiendo en diferentes entradas.